La
vida de Primrose Mellark
Capítulo
1
Hoy es un día
muy especial. Es el día en el que se celebra la caída del
Capitolio. Para la mayoría de los del Distrito 12 es la celebración
del día en el que acabo el hambre y el miedo, para otros es cuando
se consiguió lo imposible; para mis padres, no lo se muy bien.
Nosotros casi nunca vamos al banquete y, las poquísimas veces que
vamos, nos quedamos solo para la apertura, nunca para la celebración.
Ese día nos vamos al lago al que iba mi madre con su padre de
pequeña.
--¡Prim!,¿has
cogido tus cosas?!--Me grita mi padre
--¡Solo me
falta una cosa!--Le respondo desde mi habitación
--¡Pues date
prisa salimos en cinco minutos!
--¡Vale!
Lo que me
falta es mi regalo para mi madre de mi abuela porque últimamente mi
madre ha tenido muchas pesadillas desde que Buttercup, el gato de mi
difunta tía Prim, y era lo único que le quedaba de ella. Para ella
fue terrible ver como moría su hermana pequeña ante sus propios
ojos sin poder hacer nada.
--¡¡¡Priiiiiim!!!
--¡Ya voy
papá!
Pum, pum, pum,
se oyen unos pasos un poco metálicos en la escalera, está subiendo
mi padre y no quiero que vea lo que me a enviado la abuela. ¡POM! Mi
padre a entrado empujando mi puerta, y esta a golpeado la pared
fuertemente. Mi padre algo cabreado por lo mucho que tardo, pero se
calma al ver el por qué de mi retraso. Se lo explico y el sonríe,
pero rápidamente se le borra la sonrisa de la cara y se le cambia
por un ceño ligeramente fruncido y una sonrisa triste, algo
importante le ocurre con respecto a mi regalo.
--¿Qué pasa
papá?--le pregunto con tomo de intriga.
--Es...es tu
madre lo que me preocupa. Si ve eso...el lazo...el lazo de Prim...no
creo que soporte el recuerdo y buscara la manera de evadirse de la
realidad...de una realidad en la que no pudo salvarla...
¡¡¡TONTA!!!
¡Soy una completa inútil! ¿Qué creía que podría hacer que lo
superase de golpe? ¿Qué lo solucionaría en un abrir y cerrar de
ojos? No se de donde saqué la idea, una idea que en su momento me
pareció buena ahora me parece horrenda y malvada, como si quisiera
hacer que reviva el momento en el que la historia de dos niñas que,
desde que murió su padre, han luchado por sobrevivir al hambre, al
frío y a la pobreza, se acabó en un solo segundo con el estallido
de la bomba de la expresidenta Coin, quien murió poco antes que Snow
como venganza de mi madre, que exploto justo cuando Prim y otros
médicos atendían a los niños heridos en la anterior explosión.
--Prim--me
dice mi padre moviéndome suavemente.--Prim--repite él--Prim no pasa
nada--creo que he empezado a llorar porque ahora me habla como cuando
tenia cinco años y lloraba al caerme mientras jugaba.
--Ya lo se
papá, es que ahora me siento mal por lo que he estado a punto de
hacer
--Tú lo has
dicho “a punto” pero no lo has hecho y, si lo hubieras hecho,
habría sido con la mejor de las intenciones y no para hacer
daño.--me da un abrazo para que me calme y me dice que me lave la
cara para bajar. Así lo hago, bajo las escaleras y entro al salón
donde están mamá, papá y Gale, mi hermano pequeño, su nombre lo
escogió papá porque ,gracias al tío Gale, mamá pudo llevar más
comida a su casa y de esa manera sobrevivir.
Todos tienen
cara de llevar años esperando aunque solo han pasado diez minutos.
Salimos de casa y cuando ni siquiera hemos llegado al camino que
lleva de la Aldea de los Vencedores al pueblo cuando Haymitch viene
corriendo hacia nosotros, tiene que ser importante porque llega muy
rápido.
--Katniss ven
un momento, tú tambien Peeta.
--¿Que
sucede, Haymitch? Tiene que ser importante o no habrías venido
corriendo con lo mayor que estas ya--mamá y papá se rien pero
Haymitch esta ocupado recuperando el aliento como para oir alguna
cosa.
--Es Gale, a
llamado diciendo que su mujer va a tener el bebé.
--¡Qué! ¡Eso
no pasaría hasta dentro de tres meses!--dice mi madre atónita.
--Si pero a
tenido un accidente en las escaleras y su bebé corre peligro.
--¿Y por qué
no nos a llamado?--dice mi padre mientras analiza la situación
--Lo ha hecho
pero creo que ya habíais salido y también he comprado los billetes
de tren para que valláis de inmediato al 13--dice Haymitch mientras
se saca los billetes de tren del bolsillo del pantalón--el tren sale
en diez minutos y vosotros os vais ya. Yo me quedare cuidando a
vuestros hijos, ¡pero iros ya!.
--De acuerdo
pero no tardaremos más de uno o dos días, portaos bine con el tío
Haymitch que ya está muy mayor ¿entendido?--esto último no os lo
dice a nosotros con tono burlón
--Si mamá,
pero ya ya soy lo suficiente mayor como para tener niñera
--Eres muy
joven todavía
--¡Tengo
DIECISEÍS años!
--Y yo soy tu
madre y harás lo que te diga
--Si nos dejas
ir al lago, aunque sea con Haymitch
--Vale, pero
¡vámonos ya, Katniss!--y se fueron a la estación de tren.
Luego fuimos
nos fuimos directamente al lago porque si íbamos a la inauguración
era porque mis padres son los vencedores más conocidos desde que mi
madre sacó las bayas en la arena donde conoció a papá, y claro,
¿cómo no iba a ir el Sinsajo a la celebración de su victoria?
Íbamos
a la mitad de camino del lago cuando oímos un disparo, ¿un disparo?
¿En el bosque? Solo el pensamiento de una muerte me pone los pelos
de punta así que, al igual que Haymitch y Gale,
empiezo a correr en dirección al disparo, llevo el arco que cojo
cuando estoy de caza con mamá así que sea lo que sea que encuentre
allí no estaré desprotegida.
Al
llegar veo a una mujer en el suelo y a un hombre con un arma, lo que
más aterrador me parece no es que lleve un arma, ni tampoco que sea
un agente de la paz, no, lo que más me inquieta es que no lleva el
nuevo uniforme de los agentes, lleva el uniforme de cuando todavía
había juegos. Le apunto con el arco y cuando veo me a visto no le da
tiempo ni de apuntar cuando le clavo mi flecha en la cabeza, que no
lleva casco, corro al lugar en el que está la mujer y cuando llego
veo que lleva un bebé y va vestida con una bata blanca y un camisón
algo rasgado por los tobillos, el bebé esta bien pero no puedo
decir lo mismo de ella, el charco de sangre es enorme para solo haber
pasado un par de minutos desde el disparo seguro que la bala le a
dado en una arteria importante y no tiene salvación. Creo que ella
tan bien lo sabe porque mueve los labios para decir algo pero no lo
entiendo hasta que levanta el bebé para dármelo . Miro hacia donde
están Gale y Haymitch, solo les falta unos metros para llegar y
cuando lo hacen Haymitch reconoce a la mujer al instante.
--Delly...
Capítulo
2
Me quedo mirando a la mujer un momento
antes de ubicarla, Delly era la chica que le habló a papá tan bien
de de mamá cuando el antiguo Capitolio lo capturó, torturó y
secuestró. El “secuestro” en este caso es una forma de tortura
del antiguo Capitolio que consiste en hacer que un recuerdo salga a
la luz e inyectar
veneno de rastrevíspulas antes de
guardar el recuerdo. Mamá me contó una vez que lo había pasado muy
mal viendo a papá así de mal.
No se que es lo que me pasa quiero
moverme pero no lo hago. Hasta que el sonido del llanto del bebé
llega a mis oídos. Lo cojo en brazos y se lo doy a Gale mientras
que Haymitch y yo cogemos a Delly y la llevamos a la casa de la Veta
en la que se crió mi madre. Antes de llegar vemos la valla que
separa el 12 del bosque, pienso en lo que podría hacer y no se me
ocurre otra cosa que pasar la valla yo y salir corriendo a la casa de
algún vecino para pedir ayuda. Cuando llego a la primera casa que
veo, llamo y me abre una mujer de ochenta y tantos, cuando le digo
que necesito ayuda y llamar al Capitolio ella asiente y me deja
pasar, ahora hasta en las pobres casa de la Veta hay teléfonos, en
diez minutos un aerodeslizador aparece en el cielo y le hago señas
para que baje uno de los que van dentro y le digo donde está la
herida, él coge un botón de su pecho y habla a través de él,
cuando pregunto que es me dice que es un intercomunicador.
Una camilla baja hasta donde esta
Delly, unos hombres la montan y se la llevan luego le dicen a
Haymitch algo de lo que solo puedo oír algo de que tiene que ir con
ellos, se vuelve hacia nosotros y me mira, hace lo mismo que hacía
con mi madre, habla con la mirada, yo he entendido lo que quiere que
haga y luego vuelve la mirada al bebé que lleva Gale y vuelve a
hablar con los hombres, se acerca y coge al bebé en brazos y me
dice lo que quiere que haga para que Gale se entere, una escalera
baja y solo hace falta que Haymitch la agarre con una mano y ponga un
pie para que un rayo azulado los recubra a él, a la escalera y al
bebé y se los lleven. El aerodeslizador desaparece y yo le doy la
mano a mi hermano para que reaccione y empezamos a correr hasta
llegar a casa. Cuando entramos me veo reflejada en el espejo de la
entrada y me doy cuenta de que todavía llevo el carcaj y el arco en
el hombro, subo las escaleras y los llevo a mi cuarto, los meto
debajo de la cama envueltos en una manta vieja.
Hago mi maleta y la de Gale con cosas
para entretenernos por el camino. Bajo y llamo a mi madre con el
teléfono fijo, al contarle lo ocurrido ella me dice automáticamente
--Venid--en un tono como de robot
--Ya vamos para allá--le respondo en
el mismo tono.
Por el camino ninguno de los dos
habla, hasta que Gale me pide unos caramelos, todo lo que a pasado en
apenas una hora y él pensando el caramelos. Nos paramos en seco
cuando llegamos a la estación, esta desierta, nadie más que una
mujer con flores está aquí. Le compramos unas flores para dárselas
a Darla, la mujer del tío Gale, por su bebé, otro bebé, solo
pienso en eso durante todo el camino en la familia del tío Gale son
siete, ocho con este nuevo bebé.
Los treinta minutos del viaje no duran
mucho para mí pero si para Gale que se ha aburrido como nunca.
Gill, Madge, Sel y Abraham están en
la estación esperándonos con unas cosas en las manos, no veo lo que
son hasta que me acuerdo que Gale cumplió años la semana pasada,
son sus regalos. Nos damos muchos abrazos y besos, son como nuestros
hermanos y los queremos mucho a todos, los cuatro nos ayudan a llevar
las mochilas, hemos traído dos mochilas a mis padres una para mí y
otra para Gale, y el ramo de flores. Gill me cuenta que en San
Valentín el buzón de su casa se lleno de cartas dirigidas a él,
los dos nos reimos porque nos imaginamos a todas esas chicas pasando
por el buzón a dejar sus cartas procurando que nadie las viera.
Madge es de mi edad y es como mi hermana gemela somos muy parecidas
salvo por el lunar de su mejilla.
No llevamos más de quince minutos en
la casa cuando suena el teléfono, es mi madre preguntando si hemos
llegado al oír a Gale hablando con Abraham, el chico de su edad,
sigue con que tiene una noticia importante para todos los Hawthorne y
compañía. EL BEBÉ HA NACIDO.
Capítulo
3
Cuando
escuchamos eso Gill mire a su hermana y luego a mí,
Gale, Abraham y Sel dan vueltas en circulo diciendo que tiene un
nuevo hermano y yo les digo que podría ser una hermana. Hermana, ¿y
la otra hermana? Son cuatro niños y dos niñas, pero aquí solo hay
una niña, ¿donde está la otra niña? Ellos me dicen que está con
su tía Possy, la hermana más pequeña del tío Gale.
--Vamos ¿a qué esperáis para ir a
por ella?--suena en el teléfono la voz de mi madre, todavía no
habíamos colgado el teléfono, todos corrimos hacia la puerta lo más
rápido que pudimos a la puerta y salimos por ella a empujones cuando
nos paramos en seco al ver un coche negro brillante cromado, nos
miramos confusos hasta que empezó a bajarse el cristal del
conductor y vimos a Possy supongo que la llamaron para que viniera a
recogernos--¿Os llevo a algún sitio, chicos?--Nos damos mucha prisa
en subir al coche. Al abrir la puerta del asiento trasero una sonrisa
nos esperaba allí; era Ninna, la quinta hija del tío Gale, que para
solo tener tres años, era muy astuta y espabilada. Allí estaba ella
sentada comiendo caramelos muy sonriente.
--Hola Prim, hola Gale, ¿qué hacéis
aquí?--pregunta ella mientras se mete un caramelo en la boca otro
caramelo.
--Pues hemos venido porque tu mamá va
a traer hoy a tu nuevo hermanito o hermanita y porque nuestros papás
están aquí--le explico mientras me meto en el coche, Gill entra
después que yo y luego entran Gale, Sel y Abaham en ese orden, al
final tengo que coger a Ninna en brazos para caber un poco mejor en
el coche, Madge a sido lista y ha corrido para poder sentarse en el
asiento delantero.
Nos ponemos en marcha en dirección al
hospital. Al llegar no esperamos a que el coche se detenga por
completo y abrimos la puerta, agarro a Ninna bien fuerte y bajo del
coche, que sigue moviéndose un poco hasta frenar y salgo corriendo
con Ninna en brazos por el pasillo del hospital como los demás hasta
llegar a la planta que nos a dicho. Varias enfermeras nos dicen que
paremos pero no lo hacemos seguimos corriendo hasta llegar a la
habitación 212-B nos paramos en seco delante de la puerta nos
miramos hasta que Sel y entramos.
--Hola--dice Levi, era la vecina de mi
madre en la Veta, mientras sujeta al nuevo bebé Hawthorne.
--Es precioso--decimos Madge y yo a la
vez.
--Que buena compenetración--dice el
tío Gale sonriente.
--¿Qué es?--pregunta Gale
--Un bebé--dice Abraham entre risas
--Jajajaja--todos nos reímos y el
bebé lloriquea y hace que nos riamos aún más.
Mis padres entran en la sala con Possy
y nos dan muchos besos y abrazos y nos llevan a Gale y a mí
al pasillo para preguntarnos cómo ha pasado lo del bosque, tras cinco
minutos hablando de que no debería haber a puntado a la cabeza sino
al brazo en el que llevaba el arma para que lo interrogaran después,
entramos de nuevo en la habitación donde Madge acaba de coger a su
nuevo hermano, Simon. A las seis nos tenemos que ir para que Levi
pueda descansar y dormir al pequeño Simon. Tras tres horas en el
hospital tan bien estamos cansados de estar de pie y los tres más
mayores, Gill, Madge y yo, volvemos a la casa de los Hawthorne
andando, mientras que el resto vuelve la mitad en el coche de Possy y
la otra mitad en el de el tío Gale, claro que él se queda en el
hospital para cuidar de su esposa. En el camino de vuelta nos
cruzamos con diez u once chicas que saludan a Gill con una sonrisa
radiante y me lanzan una mirada asesina.
--Madge, ¿por qué me miran tan mal
las chicas con las que nos estamos cruzando?
--Fácil, no eres hermana de Gill ni
mía.
--¿Y eso qué significa?
--Pues imagínate que ves al chico más
guapo de tu distrito paseando con su hermana, la chica más guapa de
su distrito, y otra chica totalmente desconocida para ti paseando
junto a ellos, ¿qué pensarías tu que es?
--¡ALAAA!¡Que exagerada! No somos
los más guapos del distrito, a Crick le hablan más las chicas en
las clases.
--Porque Crick tiene dinero, y no es
tímido.
--Bueno pues yo creo que si fuera yo,
no se, Milly, la hija del armero, y viera a un chico tan
sumamente guapo como Gill con dos preciosidades como nosotras a sus
lados, si que me pondría celosa--Madge y yo nos reímos de lo que he
dicho pero Gill nos mira con cara de no haber entendido nada
--Dejalo Gill son cosas de chicas, no
lo entenderías--dice Madge con una voz muy aguda y mobiendo las
manos y la cabeza haciendo una pose muy extraña, y nos reímos otra
vez porque Gill no lo ha pillado.
--¡¡Prim!!--dice Gill dan dome un
jalón en el brazo hasta llevarme a su lado y rodearme con un brazo
por la cintura.
--¡¿Peor qué haces?!--le digo yo
casi gritando
--Es Emnia Patner, es la más pesada
de todas, cuentale lo que me hizo el otro día--esto último se lo
dice a Madge--pero cuando pase y tú sígueme la corriente.
Emnia ha salido de una tienda en el
otro lado de la calle y en cuanto ha visto a Gill a cruzado la calle
corriendo, estaba a punto de darle un beso en la mejilla a Gill
cuando este me giro hacia donde ella estaba para que me viera.
--¿Quién es esta, “cari”?--dice
Emnia--¿Una amiga de tu hermana que te a obligado a que la agarres
así?--<<pero ¿quién se cree esta que es?>>
pienso.--Hola, ¿podrías presentarte almenos?--me dice mientras hace
una pompa con el chicle que está masticando como si fuera un
camello comiendo--puff además además de fea maleducada, menudas
amigas se busca tu hermana.
--¡¡como que fea te as visto en
algún espejo últimamente!!! A claro no puedes porque cuando te
miras los rompe--le digo.
--¡¡¡PERO TÚ QUIÉN TE HAS CREÍDO
QUE ERES!!!!
--Eso mismo pienso yo de ti--le digo
dejándola con la boca abierta
--Pues es mi nueva novia--dice Gill
interrumpiendo la discusión, luego se acerca a mi oído y me susurra
que le siga la corriente
--¡¡¡TU NUEVA ¿¿QUÉ??!!--tras lo
cual Emnia mira a Madge buscando algo que le diga que es mentira y se
decepciona al encontrar que Madge esta asintiendo lo que a dicho su
hermano. Emnia me lanza una mirada desafiante y fulminante y se va
por donde a venido cuando cruza la esquina de la tienda Gill me
suelta y me da las gracias, pero yo le digo que no a sido nada que
hasta se ha divertido. Gill sonríe y seguimos nuestro camino hacia
la casa de los Hawthorne.
Capítulo
4
Cuando llegamos a la casa mi madre nos
manda al comedor donde los demás acaban de empezar a comer y nos
sentamos con ellos. La cena transcurre tranquila y de lo único que
se habla es del nuevo bebé, Simon, que es el único hijo rubio,
todos los demás tienen el pelo oscuro como su padre y los ojos
grises de la Veta, todos menos Gill.
Estoy cansada cuando acabamos la cena,
pero aún así no puedo dormir y al abrir la ventana de mi cuarto y
asomarme veo que Gill esta sentado en el césped de su jardín
mirando al bosque, un bosque muy parecido a del 12, de donde es él,
es el único hijo Hawthorne que a vivido en el 12 y creo que lo hecha
de menos.
--Gill, Gill--digo en un susurro, él
vuelve la cabeza y sonrie.
--¿Tampoco puedes dormir?--dice él
en un susurro lo bastante fuerte para que lo oiga en la segunda
planta
--No--y él me hace un gesto para que
baje.
Al bajar la madera cruje un poco y
hace que Sel se despierte un poco, así que me quedo quieta esperando
a que se duerma de nuevo, cosa que no tarda en pasar. Cruzo el salón
hasta la puerta de salida, cuando esto a punto de abrir la puerta veo
una sombra moverse junto a mi, <<oh no, me han pillado, ¡¿qué
hago ahora!? Tranquila quédate quieta, puede que no te halla visto
nadie>> pienso, me quedo todo lo quieta que puedo, doy un
suspiro al ver que lo que se mueve es una cortina con una pequeña
brisa.
Salgo y voy corriendo a la parte de
atrás del jardín donde Gill me estaba esperando sentado como lo
deje al cerrar la ventana.
--Valla, como has tardado--dice él
sonriente
--Es que la cortina me había
visto--nos reímos en voz baja
nos quedamos allí mirando el bosque
hasta que él empieza a hablar.
--Sabes, me has salvado esta tarde.
--No ha sido para tanto--digo yo
haciendo un gesto con la mano para quitarle importancia
--Puede, pero me he divertido--dice él
mirándome sonriente, yo aparto la mirada porque me he empezado a
sonrojar
--¿Te acuerdas de la cara de Emnia?
--Si, la verdad es que esa chica es un
poco ciega ¿no te parece?
--¿Ciega, por qué?
--Porque no ha visto que todo era una
actuación--tras decir esto él aparta la mirada sombrío e intenta
perderse con ella en el bosque, me levanto y le miro, después le
digo que si quiere ir al bosque a pasear y a poner algunas trampas,
él asiente y sonríe, creo que eso me hace sentir mejor después de
borrarle la sonrisa a Gill, una sonrisa que conquista a todas las
chicas que la ven, a todas menos a Madge, porque es su hermana, y a
mi porque creo que lo conozco desde pequeño.
Subimos y nos vamos cada uno a nuestra
habitación. A los diez minutos bajo y al salir veo que Gill me
estaba esperando con una cuerda. Seguimos andando hacia el bosque en
silencio, seguimos así un rato hasta que vemos un conejo blanco como
la nieve con manchas negras carbón y decidimos seguirlo.
--Tú ve por allí, yo lo seguiré por
este lado--me dice Gill, yo asiento y voy hacia donde se ha ido el
conejo, cuando oigo un ruido detrás de mi.
--¿Gill, eres tú?--digo algo
sobresaltada--¿Gill?¡Si esto es una broma no tiene gracia!--empiezo
a ponerme nerviosa cuando empiezo a notar una respiración en mi
cuello, parpadeo un par de veces preparándome para ver lo que me
esta echando el aliento en la nuca, trago saliva y empiezo a girarme
y le veo allí plantado a pocos centímetros de mi, su respiración
es tranquila, yo empiezo a calmarme y pongo una mano en su pecho para
apoyarme y relajarme, él me coge la mano con una de sus manos y con
la otra me acaricia la mejilla.
--¿Qué haces?--le digo mirando su
mano sobre la mía--¿Gill, estás aquí o te has ido a tu mundo?--le
digo entre risas
--Mi mundo...mi pequeño y fascinante
mundo--responde él sonriente--en el que estás tú--tras esto se
inclina hacia mí, sus ojos azules se encuentran con los míos, me
mira atento a mi reacción como yo no hago ni digo nada él se
inclina más hasta que sus labios se funden con los míos, supongo
que eso lo ha heredado de su padre, porque según decía mi madre, el
tío Gale besaba muy bien. Calor, mucho calor y a la vez un frío
paralizante recorren mi cuerpo su mano ya no está sobre la mía, no,
ahora está avanzando desde mi cuello a mi cintura, al llegar él
aprieta su mano contra mi cintura y los pocos centímetros que nos
separaban desaparecen. Así estamos hasta que algo, un chasquido, nos
hace mirar en la dirección de la que venía.
--Vamos--le digo soltándome para ir a
ver que a hecho ese sonido, pero él es más rápido y me agarra por
la muñeca y con un suave tirón me devuelve a mi anterior lugar,
junta su frente con la mía y susurra un “no te dejaré ir” que
no comprendo. Parpadeo un par de veces y me pongo de puntillas para
susurrarle “se que no lo permitirás” y al acabar su mirada es
tan desorientada como la mía, entonces pego un jalón de la mano por
la que me sujeta y salgo corriendo hasta ver un árbol muy alto con
ramas gruesas y fuertes. Empiezo a escalar y cuando llego a los tres
metros de altura paro veo que Gill me busca por todas partes y como
se que no me ve bajo hasta estar en una rama lo suficiente baja como
para colgare boca abajo, me siento y me echo hacia atrás justo antes
de que Gill pase y le doy un beso, un beso que él no se esperaba, un
beso único y aún más caliente que el primero.
Nos separamos y me tiro sabiendo que
él me cogería y así lo hace, pero se resbala cuando aún me tiene
entre sus brazos y ambos caemos al suelo, cara a cara, a pocos
centímetros el uno del otro, un beso largo e intenso nos une, nos
separamos por otro crujido.
--Besas muy bien--me dice Gill--no
pares, por favor.
--Está amaneciendo, cinco minutos más
y volvemos a por otros dos más para que no nos pillen ¿vale?
--Vale, pero bésame--tras lo cual nos
besamos hasta que nos falta el aire para respirar y nos levantamos.
Estamos a punto de irnos cuando una rama se parte justo detrás
nuestra, al girarnos no es un conejo como la primara vez, ni tampoco
es Gill como en la segunda vez, no, esta vez es otra persona.
Capítulo
5
Nos miramos un rato antes de girarnos,
al hacerlo me quedé atónita. La persona que estaba tras nosotros
nos apuntaba con una pistola, nos habría matado de haber querido
pero estaba demasiado débil para ello, era el segundo agente de la
paz antiguo que veía.
--No os mováis--dijo mientras
intentaba mantenerse de pie--¡que no os mováis!
--corre cuando te lo diga--Gill me
estaba susurrando esto mientras se agachaba un poco--preparate.
Gill cogió una piedra y se la lanzó
al hombre que inmediatamente apretó el gatillo del arma al ver que
emprendíamos la huida. La bala acabó en el hombro de Gill, y este
en el suelo, al ver esto no dudé ni un segundo en agacharme a por
otra piedra y lanzarla al hombre que seguía en el suelo. ¡PUM, PUM,
PUM! El hombre había disparado a todas partes sobre su cabeza y una
de sus bala le dió a mi mano por un lado, la herida solo era
superficial, corrí hacia el hombre moribundo y le quité el arma
luego llevé a Gill, o más bien arrastré, hasta la casa que no
estaba lejos.
--¡¡¡SOCORRO!!!--¡¡¡AYUDA, POR
FAVOR!!!--grité hasta que Possy miró por la ventana y vio a su
sobrino en el suelo sangrando y a mi con la mano ensangrentada. Su
cara estaba pálida y solo la pude ver un segundo, grito fuertemente
en la casa y muchos se asomaron a las ventanas e inmediatamente
bajaron.
--Gill, Gill hijo responde--Gill no se
movía, solo un poco su pecho para respirar y era un movimiento
irregular y forzoso, no pude apartarme de él hasta que Madge me pegó
un jalón del brazo.
--¡¿Qué a pasado!?--me gritó ella
en la cara, una cara llena de pánico. Solté tal grito que algunas
aves alzaron el vuelo, me giré y corrí hacia el bosque a donde
estaba el hombre, esta vez no iba a morir hasta que nos diera
respuestas, al llegar estaba tumbado, lo arrastré de mala gana hasta
la casa y grité.
--¡¡¡Esto es lo que a pasado!!!--y
tras esto todo se volvió negro.
Capítulo
6
Lo último que recuerdo es llevar al
agente de la paz hasta la casa para enseñárselo a todos mientras
Gill estaba en el suelo, ¡Gill! ¿dónde está?¿cómo se
encontrará? Seguramente esté en el hospital del Capitolio o en el
del 13, ese tambien es muy bueno, pero aún así me sabe fatal que
Gill esté en el hospital por mi culpa.
Estoy en una habitación blanca, sobre
una mesa blanca con un fino papel esterilizado blanco encima, todo
parece muy limpio y organizado. ¡Ay! Al tocarme el brazo he quitado
una aguja sin querer, al mirar mejor veo que está conectada a un
gotero del que cuelga una bolsita de plástico grueso que pone
“Morflina”. Me restriego
los ojos y veo que el gotero está vacío, seguro que por eso me he
despertado. Miro hacia los lados, a mi derecha hay una silla de
madera blanca y una mesita de noche blanca sin nada en ella, a mi
izquierda hay un cristal que da a otra habitación, me levanto
despacio y con cuidado, sin hacer ruido, y me apoyo en el cristal
para ver que hay en la otra habitación. Ha simple vista es igual que
la mía, pero a la inversa, en la camilla están operando a alguien,
lo se porque hay algunas machas de rojo sangre en el suelo de la
camilla y las batas de los médicos de su alrededor, otra cosa que me
da la razón; me fijo bien para ver a quien operan, ¡Gill! ¿¡Por
qué le operan!? Puede que sea por el balazo que la dio el “agente
de la paz”, mientras pensaba todo esto los médicos se han ido y en
la habitación solo queda Gill sobre un charco de sangre seca
alrededor de su hombro, él tambien tenía un gotero en el que se
leía algo parecido a “Licantrum”
¿“Licantrum”, qué
es eso?, mientras me hacia todas esta preguntas Gill empezaba a
despertarse, se incorporó y miró a su alrededor, al verme agarró
el gotero y se dirigió hacia el cristal desde el que le miraba,
movió los labios pero no se oyó nada, le hice un gesto para
indicarle que no se oía nada y me parece que lo entendió, entonces
un hombre entró en mi habitación y me clavó una jeringuilla en el
brazo, vi como Gill golpeaba el cristal y decía algo que yo no oía
mientras todo se cubría por la negrura de un sueño profundo en el
que solo se veía una palabra, “Morflina”.
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