viernes, 25 de octubre de 2013

Best Blog Award Apple

Hola!! Hoy estoy por aqui porque tenia un premio pendiente sin entrada. El Best Blog Award Apple, al que me ha nominado M, del blog El primer vasallaje
NORMAS:
1. Leer el primer capítulo del blog que te haya nominado.
2. Darle las gracias.
3. Nominar otros blogs
Y estos son mis NOMINADOS 
Y esto es todo por ahora. Muchos besos!

martes, 22 de octubre de 2013

Capítulo 6

Hola queridos tributos, os pido mil millones de trillones de disculpas por no haber publicado antes este capítulo pero entre que el ordenador sigue sin funcionar y he tenido muchos exámenes (por lo que mi madre me ha quitado el móvil para que estudie) no he podido publicar. Nada más que decir salvo que comenten pliss.
PD.: Gracias a Ana Kolov por hacer más fácil de llegar la anterior entrada :))

 
Capítulo 6
Lo último que recuerdo es llevar al agente de la paz hasta la casa para enseñárselo a todos mientras Gill estaba en el suelo, ¡Gill! ¿dónde está?¿cómo se encontrará? Seguramente esté en el hospital del Capitolio o en el del 13, ese tambien es muy bueno, pero aún así me sabe fatal que Gill esté en el hospital por mi culpa.
Estoy en una habitación blanca, sobre una mesa blanca con un fino papel esterilizado blanco encima, todo parece muy limpio y organizado. ¡Ay! Al tocarme el brazo he quitado una aguja sin querer, al mirar mejor veo que está conectada a un gotero del que cuelga una bolsita de plástico grueso que pone “Morflina”. Me restriego los ojos y veo que el gotero está vacío, seguro que por eso me he despertado. Miro hacia los lados, a mi derecha hay una silla de madera blanca y una mesita de noche blanca sin nada en ella, a mi izquierda hay un cristal que da a otra habitación, me levanto despacio y con cuidado, sin hacer ruido, y me apoyo en el cristal para ver que hay en la otra habitación. Ha simple vista es igual que la mía, pero a la inversa, en la camilla están operando a alguien, lo se porque hay algunas machas de rojo sangre en el suelo de la camilla y las batas de los médicos de su alrededor, otra cosa que me da la razón; me fijo bien para ver a quien operan, ¡Gill! ¿¡Por qué le operan!? Puede que sea por el balazo que la dio el “agente de la paz”, mientras pensaba todo esto los médicos se han ido y en la habitación solo queda Gill sobre un charco de sangre seca alrededor de su hombro, él también tenía un gotero en el que se leía algo parecido a “Licantrum” ¿“Licantrum”, qué es eso?, mientras me hacia todas esta preguntas Gill empezaba a despertarse, se incorporó y miró a su alrededor, al verme agarró el gotero y se dirigió hacia el cristal desde el que le miraba, movió los labios pero no se oyó nada, le hice un gesto para indicarle que no se oía nada y me parece que lo entendió, entonces un hombre entró en mi habitación y me clavó una jeringuilla en el brazo, vi como Gill golpeaba el cristal y decía algo que yo no oía mientras todo se cubría por la negrura de un sueño profundo en el que solo se veía una palabra, “Morflina”.

sábado, 19 de octubre de 2013

STOP BULLING

Hola! Hoy estoy por aquí para deciros que Estibaliz Vicente, del blog Una Ola en Deriva con Algo que Contar, ha creado una iniciativa muy interesante, a la que me he apuntado.
Os explico: Vamos a intentar hacer algo para parar el bullying. Si os quereis apuntar solo tenéis que poner esta foto en vuestro blog, y poner un relato (real o ficticio) sobre el bullying, explicad si lo habéis sufrido o sabéis de alguien que lo haya sufrido y lo que pensáis sobre los que hacen bullying.
Espero que os apuntéis muchos. 

Otro día, otro infierno
Las 8:05, todavía no ha llegado nadie al instituto, salvo el conserje, así que voy a mi taquilla y miro mi horario. Corro escaleras arriba hasta llegar a mi primera clase de hoy, me siento en primera filo enfrente de la mesa del profesor. Ya son las 8:30 y está tocando la campana y mi clase empieza a llenarse de gente que me mira mal y cuchichean sobre mi muy indiscretamente, yo lo único que hago es agachar la cabeza y contener las lágrimas provocadas por los insultos y las risas dirigidas hacia mi. Y así durante las tres horas hasta el recreo.
Otras tres horas menos, voy de inmediato hacia la salida de incendios, salgo y voy a donde siempre, un rincón sombrío y frío alejado del resto de personas del instituto. Abro mi mochila y ¡¡oh no!! Mi madre a olvidado de meterme el bocadillo, en su lugar hay un billete de cinco euros para que me compre el desayuno en la cafetería, el lugar más transitado del instituto; de ser una chica normal pasaría de ir a comprármelo y pasaría un poco de hambre, pero soy diabética y tengo que comer a esta hora. Corro entre los alumnos que están muy distraídos y llego a la cafetería. Al entrar todos me miran, señalan y cuchichean sobre mi, <<pasa de ellos, compra el bocadillo y sal>> eso intento hacer pero unos chicos de mi clase me tiran del pelo y me apartan del sitio en el que estaba justo cuando iba a pedir mi bocadillo.
--¡¡¡Suéltame imbécil!!--le grito y lo hace ,pero otro chico me lanza una botella de cristal a la cabeza y esta estalla en el lado derecho de mi cabeza, la camarera, sale de detrás del mostrador y me ayuda a ir a la enfermería, cuando llegamos le cuenta lo ocurrido a la enfermera y se va, me quita toda la sangre que tiñe mi pelo ,en un color rojo oscuro, y me quita los trozos de cristales de la cabeza con unas pinzas.
--No tienes daños superficiales, pero vamos a llamar a una ambulancia para que te lleve al hospital, por si acaso.
Llega la ambulancia y en ella me revisan la cabeza y los sentidos, por si me los han dañado, no me ocurre nada, así que lo que hacen al llegar al hospital es ponerme puntos de sutura en la herida.
Llegan mis padres asustados y los médicos los tranquilizan diciéndoles que estoy bien y no me pasa nada, de camino a casa no hablamos ninguno y al llegar salgo corriendo a mi habitación; ya no lloro, el dolor de la herida es más fuerte que los insultos de mis ex-compañeros, si he dicho ex, ya no iré a ese instituto nunca más, y no estoy hablando de suicidarme, si no de irme a un internado en otra parte del país, para empezar de cero, aunque para ello tenga que cambiar de nombre. Se que mis padres lo comprenderán y aceptarán, así que este es mi último adiós a mis "compañeros", por no decir otra cosa, y haré todo eso que he querido hacer incluido el estamparle el borrador de la pizarra a la más guarra de la clase, Danniella Sipers, en mi último día en este instituto de locos seré yo la que se divierta y ría la última.


Que hay tributos, no e podido publicar antes por culpa de que ya e tenido los primeros exámes del curso. A mi no me hacen un bullying tan gordo, me lo hacen pero solo insultos y con la poca paciencia y el carácter que tengo no tardan mucho en irse por donde han venido y con el rabo entre las piernas, pero a una amiga mia le hacen un bullying en el que le insultan y tiran cosas, en el patio, en las clase y en la calle. La pobre sufre mucho, pero no hace nada por evitarlo, aunque nosotras la respaldemos (yo y el resto de amigas) y la ayudemos. Por personas como ella he escrito esta entrada, para que sepáis como es que te insulten y humillen. No le hagan a los demás lo que no quieres que te hagan a tí.

martes, 8 de octubre de 2013

Capítulo 5

SORRY, siento no haber publicado un capítulo el sábado pero mi portátil se está reparando porque me ha entrado un virus en este y no lo tengo, no se me había ocurrido nada hasta que una amiga me dijo que lo hiciera con el móvil y creedme ¡ES TREMENDAMENTE DIFÍCIL! Así que ya saben porque he tardado además es muy corto por lo mismo así que esperemos que pueda recoger el portátil antes del viernes, muchos muacs y comenten pliss

Capítulo 5
Nos miramos un rato antes de girarnos, al hacerlo me quedé atónita. La persona que estaba tras nosotros nos apuntaba con una pistola, nos habría matado de haber querido pero estaba demasiado débil para ello, era el segundo agente de la paz antiguo que veía.
--No os mováis--dijo mientras intentaba mantenerse de pie--¡que no os mováis!
--corre cuando te lo diga--Gill me estaba susurrando esto mientras se agachaba un poco--preparate.
Gill cogió una piedra y se la lanzó al hombre que inmediatamente apretó el gatillo del arma al ver que emprendíamos la huida. La bala acabó en el hombro de Gill, y este en el suelo, al ver esto no dudé ni un segundo en agacharme a por otra piedra y lanzarla al hombre que seguía en el suelo. ¡PUM, PUM, PUM! El hombre había disparado a todas partes sobre su cabeza y una de sus bala le dió a mi mano por un lado, la herida solo era superficial, corrí hacia el hombre moribundo y le quité el arma luego llevé a Gill, o más bien arrastré, hasta la casa que no estaba lejos.
--¡¡¡SOCORRO!!!--¡¡¡AYUDA, POR FAVOR!!!--grité hasta que Possy miró por la ventana y vio a su sobrino en el suelo sangrando y a mi con la mano ensangrentada. Su cara estaba pálida y solo la pude ver un segundo, grito fuertemente en la casa y muchos se asomaron a las ventanas e inmediatamente bajaron.
--Gill, Gill hijo responde--Gill no se movía, solo un poco su pecho para respirar y era un movimiento irregular y forzoso, no pude apartarme de él hasta que Madge me pegó un jalón del brazo.
--¡¿Qué a pasado!?--me gritó ella en la cara, una cara llena de pánico. Solté tal grito que algunas aves alzaron el vuelo, me giré y corrí hacia el bosque a donde estaba el hombre, esta vez no iba a morir hasta que nos diera respuestas, al llegar estaba tumbado, lo arrastré de mala gana hasta la casa y grité.
--¡¡¡Esto es lo que a pasado!!!--y tras esto todo se volvió negro.

martes, 1 de octubre de 2013

Capítulo 4


Capítulo 4
Cuando llegamos a la casa mi madre nos manda al comedor donde los demás acaban de empezar a comer y nos sentamos con ellos. La cena transcurre tranquila y de lo único que se habla es del nuevo bebé, Simon, que es el único hijo rubio, todos los demás tienen el pelo oscuro como su padre y los ojos grises de la Veta, todos menos Gill.
Estoy cansada cuando acabamos la cena, pero aún así no puedo dormir y al abrir la ventana de mi cuarto y asomarme veo que Gill esta sentado en el césped de su jardín mirando al bosque, un bosque muy parecido a del 12, de donde es él, es el único hijo Hawthorne que a vivido en el 12 y creo que lo hecha de menos.
--Gill, Gill--digo en un susurro, él vuelve la cabeza y sonrie.
--¿Tampoco puedes dormir?--dice él en un susurro lo bastante fuerte para que lo oiga en la segunda planta
--No--y él me hace un gesto para que baje.
Al bajar la madera cruje un poco y hace que Sel se despierte un poco, así que me quedo quieta esperando a que se duerma de nuevo, cosa que no tarda en pasar. Cruzo el salón hasta la puerta de salida, cuando esto a punto de abrir la puerta veo una sombra moverse junto a mi, <<oh no, me han pillado, ¡¿qué hago ahora!? Tranquila quédate quieta, puede que no te halla visto nadie>> pienso, me quedo todo lo quieta que puedo, doy un suspiro al ver que lo que se mueve es una cortina con una pequeña brisa.
Salgo y voy corriendo a la parte de atrás del jardín donde Gill me estaba esperando sentado como lo deje al cerrar la ventana.
--Valla, como has tardado--dice él sonriente
--Es que la cortina me había visto--nos reímos en voz baja
nos quedamos allí mirando el bosque hasta que él empieza a hablar.
--Sabes, me has salvado esta tarde.
--No ha sido para tanto--digo yo haciendo un gesto con la mano para quitarle importancia
--Puede, pero me he divertido--dice él mirándome sonriente, yo aparto la mirada porque me he empezado a sonrojar
--¿Te acuerdas de la cara de Emnia?
--Si, la verdad es que esa chica es un poco ciega ¿no te parece?
--¿Ciega, por qué?
--Porque no ha visto que todo era una actuación--tras decir esto él aparta la mirada sombrío e intenta perderse con ella en el bosque, me levanto y le miro, después le digo que si quiere ir al bosque a pasear y a poner algunas trampas, él asiente y sonríe, creo que eso me hace sentir mejor después de borrarle la sonrisa a Gill, una sonrisa que conquista a todas las chicas que la ven, a todas menos a Madge, porque es su hermana, y a mi porque creo que lo conozco desde pequeño.
Subimos y nos vamos cada uno a nuestra habitación. A los diez minutos bajo y al salir veo que Gill me estaba esperando con una cuerda. Seguimos andando hacia el bosque en silencio, seguimos así un rato hasta que vemos un conejo blanco como la nieve con manchas negras carbón y decidimos seguirlo.
--Tú ve por allí, yo lo seguiré por este lado--me dice Gill, yo asiento y voy hacia donde se ha ido el conejo, cuando oigo un ruido detrás de mi.
--¿Gill, eres tú?--digo algo sobresaltada--¿Gill?¡Si esto es una broma no tiene gracia!--empiezo a ponerme nerviosa cuando empiezo a notar una respiración en mi cuello, parpadeo un par de veces preparándome para ver lo que me esta echando el aliento en la nuca, trago saliva y empiezo a girarme y le veo allí plantado a pocos centímetros de mi, su respiración es tranquila, yo empiezo a calmarme y pongo una mano en su pecho para apoyarme y relajarme, él me coge la mano con una de sus manos y con la otra me acaricia la mejilla.
--¿Qué haces?--le digo mirando su mano sobre la mía--¿Gill, estás aquí o te has ido a tu mundo?--le digo entre risas
--Mi mundo...mi pequeño y fascinante mundo--responde él sonriente--en el que estás tú--tras esto se inclina hacia mí, sus ojos azules se encuentran con los míos, me mira atento a mi reacción como yo no hago ni digo nada él se inclina más hasta que sus labios se funden con los míos, supongo que eso lo ha heredado de su padre, porque según decía mi madre, el tío Gale besaba muy bien. Calor, mucho calor y a la vez un frío paralizante recorren mi cuerpo su mano ya no está sobre la mía, no, ahora está avanzando desde mi cuello a mi cintura, al llegar él aprieta su mano contra mi cintura y los pocos centímetros que nos separaban desaparecen. Así estamos hasta que algo, un chasquido, nos hace mirar en la dirección de la que venía.
--Vamos--le digo soltándome para ir a ver que a hecho ese sonido, pero él es más rápido y me agarra por la muñeca y con un suave tirón me devuelve a mi anterior lugar, junta su frente con la mía y susurra un “no te dejaré ir” que no comprendo. Parpadeo un par de veces y me pongo de puntillas para susurrarle “se que no lo permitirás” y al acabar su mirada es tan desorientada como la mía, entonces pego un jalón de la mano por la que me sujeta y salgo corriendo hasta ver un árbol muy alto con ramas gruesas y fuertes. Empiezo a escalar y cuando llego a los tres metros de altura paro veo que Gill me busca por todas partes y como se que no me ve bajo hasta estar en una rama lo suficiente baja como para colgare boca abajo, me siento y me echo hacia atrás justo antes de que Gill pase y le doy un beso, un beso que él no se esperaba, un beso único y aún más caliente que el primero.
Nos separamos y me tiro sabiendo que él me cogería y así lo hace, pero se resbala cuando aún me tiene entre sus brazos y ambos caemos al suelo, cara a cara, a pocos centímetros el uno del otro, un beso largo e intenso nos une, nos separamos por otro crujido.
--Besas muy bien--me dice Gill--no pares, por favor.
--Está amaneciendo, cinco minutos más y volvemos a por otros dos más para que no nos pillen ¿vale?
--Vale, pero bésame--tras lo cual nos besamos hasta que nos falta el aire para respirar y nos levantamos. Estamos a punto de irnos cuando una rama se parte justo detrás nuestra, al girarnos no es un conejo como la primara vez, ni tampoco es Gill como en la segunda vez, no, esta vez es otra persona.